Somos seguidores de Jesús
Lluvia de ideas: ¿Qué ven en la imagen? ¿Por qué crees que lo siguen?
Actividad 1: ¿Qué es la amistad y qué crees que es un amigo?
Actividad 3: ¿Creen que Jesús es un amigo? Razona la respuesta.
Actividad 5:Lectura y debate de lo leído
Mientras Blanquita cuidaba a sus nietos Enrique y Florecita, ellos le pidieron que les contara una historia de la Biblia, y aceptó con gusto: “Quiero comenzar diciendo que la amistad es un gran tesoro. Jesús tenía muchos seguidores, pero de ellos sólo algunos eran sus amigos. Cuando Él se sentía fatigado se unía con su Padre Dios por medio de la oración, pero también buscaba la compañía de sus amigos”.
El pequeño Enrique preguntó admirado: “¿Jesús también necesitaba amigos?”. Doña Blanquita se sonrió y le dijo: “¡Por supuesto! Aunque Jesús era Dios, también era hombre y gozaba mucho de la amistad”.
Florecita preguntó: “¿Y los quiso mucho?”. La abuelita le respondió: “El Evangelio menciona que, además de sus apóstoles, Jesús tuvo un amigo muy especial. Uno al que amaba tanto que hasta llegó a llorar por él. Se llamaba Lázaro, vivía en Betania y tenía dos hermanas”.
Enrique se llenó de curiosidad y preguntó: “¿Cómo se llamaban las hermanas de Lázaro?”. La abuela le contestó: “Martha y María”. Luego le explicó que eran muy distintas: “Martha se preocupaba mucho por los quehaceres de la casa para quedar bien con sus invitados, y María, en cambio, dejaba todo cuando Cristo llegaba a su casa porque no quería perderse ninguna de sus enseñanzas”.
Doña Blanquita regresó a la historia: “Jesús amaba a Lázaro porque era un hombre generoso. Ofrecía agua y pan a los forasteros. Acogía en su casa a los visitantes y daba limosna a los necesitados. Jesús siempre era recibido con cariño en su casa. Por eso Jesús se puso triste cuando murió su buen amigo”.
Enrique se extrañó y preguntó: “¿Cómo es posible que haya muerto Lázaro? ¿No era amigo de Jesús? ¿Por qué Jesús no hizo nada para impedirlo?”. La abuela le pidió paciencia para explicarle cómo habían sucedido las cosas. Luego prosiguió: “Sucedió que Lázaro se enfermó de gravedad y sus hermanas le mandaron decir a Jesús que fuera a verlo, pero Jesús no fue porque quería que su amigo Lázaro le ayudara a que otros tuvieran fe”.
Como los niños no entendieron la respuesta, ella les dijo: “Voy a continuar y seguramente al final entenderán todo. La enfermedad de Lázaro le causó la muerte. Sus hermanas pensaron que Jesús acudiría a su funeral, pero Jesús tampoco llegó”.
Enrique puso cara triste y dijo: “¡Ah caray! Eso no me gustó nadita.” Florecita también se impactó cuando supo que Jesús no asistió al funeral. Doña Blanca, para calmarlos, les dijo: “Sé que les parece extraño porque aparentemente parecía que Jesús no amaba a Lázaro, pero Él lo amaba profundamente. Por eso lloró cuando se enteró de la muerte de su querido amigo, pero prefirió esperar un poco de tiempo”. Enrique interrumpió lleno de curiosidad: “¿Para qué esperar? Yo ya estoy muy picado con esta historia”. Su abuelita continuó: “Las hermanas de Lázaro velaron al difunto y después lo llevaron a sepultar. Colocaron su cuerpo en la tumba y la cerraron con una gran piedra. Cuando Jesús finalmente llegó a Betania lo recibieron Martha y María con alegría, pero le dijeron que, si hubiera estado allí, Lázaro no habría muerto”. Florecita volvió a interrumpir y preguntó: “¿Y qué hizo Jesús?”. Doña Blanquita le explicó: “Él les dijo: ‘Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí no morirá para siempre’. Luego les pidió que lo llevaran a la tumba de Lázaro y ellas obedecieron. Al llegar ahí les pidió que quitaran la piedra del sepulcro, pero todas las personas que les acompañaban se opusieron porque Lázaro llevaba cuatro días de muerto y el lugar olía muy mal. Sin embargo, Jesús insistió y cuando quitaron la piedra llamó a Lázaro con voz potente”.
En ese momento el pequeño Enrique preguntó: “¿Y cómo iba a salir Lázaro si estaba muerto?”. Su abuela le dijo: “Todos pensaban igual que tú, pero, ante la admiración de todos, Lázaro volvió a vivir y salió de la tumba. Con aquel milagro todos los presentes creyeron que Jesús era el Hijo de Dios”. Florecita se alegró con la historia y opinó: “Ya comprendí cómo Lázaro le ayudó a Jesús para que predicara de la resurrección”. Doña Blanca completó su reflexión: “Es cierto que Jesucristo había resucitado anteriormente a una niña y a un joven, pero nadie creyó. Por eso, para que no hubiera duda de que Jesús tenía el poder de resucitar, Él quiso que fuera evidente y clara la muerte de Lázaro. Dejó que lo sepultaran y que su cuerpo iniciara el proceso de corrupción. Así, al resucitarlo, manifestaría su poder sobre la muerte”.
Enrique agradeció a su abuelita la hermosa explicación y le dijo: “Jesús ya mostró su poder sobre la muerte. Si alguien no cree en Él es porque tiene cerrado el corazón”. Por su parte, Florecita dijo: “El Evangelio cuenta cosas maravillosas, por eso nosotros creemos que Jesús ha vencido a la muerte, y así como Él resucitó nos resucitará a nosotros”. La abuela concluyó diciendo: “Por eso recordamos con cariño a su abuelito Francisco y a su tía Blanquita, porque aunque murieron para este mundo están vivos y felices en la presencia de Dios”
Según lo que han leído ¿Jesús tenía amigos?¿Quienes eran?
Actividad 6: Observa.
Lo que has visto en este vídeo refleja lo que Jesús decía y hacia por los demás La gente le seguía ha donde quiera que iba.
Escriban lo que han visto en el vídeo,donde Jesús hace y dice en favor de las personas.
Tarea final: Elaboren un cómic,texto con dibujos sobre el valor de la amistad y donde se refleje que Jesús es el mejor amigo.